Los cerdos son unos animales muy majos, majísimos (siempre me ha parecido que el superlativo es mayor con el "ísima/o" que con el "muy"). Son simpáticos y muy adorables. Además, son súper inteligentes, mucho más que otros animales considerados de compañía. Según National Geographic, “los cerdos son animales curiosos e intuitivos y se cree que tienen una inteligencia
mayor a la de un niño humano promedio de tres años de edad. Son más
inteligentes que los perros y tan amigables, leales y cariñosos como
ellos". Hay estudios que demuestran que son capaces de cosas locas (véase este artículo como muestra de ello). Son animales altamente sensibles que llegan a ser conscientes de su
propia existencia. Además, sus habilidades les permiten llegar a obtener
conocimientos que pueden usar más adelante para resolver problemas
complejos. Distintos estudios han llegado a mostrar que los cerdos son incluso más
inteligentes que perros y gatos y son capaces de resolver problemas con
mayor rapidez que muchos primates.
Pensaréis que estoy soltando la típica chapa de animalista que pretende recordaros que comerse a los demás animales está mal y todo eso, pero no. La verdad es que si de rebote consigo que alguien se plantee por qué come jamón o hasta deja de hacerlo... ni tan mal. Hoy vengo a contaros todo esto porque llevo muchos años reivindicando que se deje de llamar "cerdos" a los nazis. Eso es lo que quiero y así lo manifiesto. Esta es mi humilde petición a 10 de diciembre de 2019. Los cerdos son majos; los nazis, no. Los cerdos son capaces de hacer muchísimas cosas a las que los nazis ni se acercan... Creo que es fácil entender por qué ni me gusta ni entiendo el paralelismo. Los cerdos me gustan; los nazis, no. Los cerdos utilizan el cerebro; los nazis, no... así que podemos afirmar que los cerdos son listos; los nazis, no. Los cerdos no van a conciertos en la Sala Caracol; los nazis, sí. ¿Veis qué de diferencias? Gracias por leerme y feliz final de tarde.
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