Últimamente estoy sola, voy sola. Muchas cosas sola. Y ahora me fijo también en la gente que está sola, va sola, hace cosas sola. No sé si antes había pedido mesa para una persona, si me había alojado sola en hoteles, hostels o pensiones y si había tenido tanto tanto tanto tiempo para pensar(me). Para pensar en la vida y en los porqués. Y también para no pensar. Tiempo para caminar sin hablar. Estoy valorando mucho el silencio, la nada que es el todo. Yo mí me conmigo. I me mine, que decía George Harrison. Ahora me fijo más en los detalles. Coches, buses, trenes, aviones, yo. Libros, yo. Música, yo. Mi casa. Yo.

El 6 de junio escribí que me gustaría poder pasar página sin tener que arrancarla y ahora, releyéndolo algo más de mes y medio después, veo más claridad. Sí, supongo que las páginas se pueden pasar sin arrancarlas.