Calma, paz, serenidad.
Capacidad para asumir los golpes y levantarse con más fuerza. Aprender de cada paso, incluso de aquellos que nos llevan al suelo.
Nada es perfecto. Nadie lo es. Y en eso radica la magia de vivir.
Empeñarse en alcanzar lo inalcanzable es absurdo. Mientras, hay que disfrutar de lo que se tiene y saber valorar lo maravilloso que puede ser el mundo.
Te tengo a mi lado y eres lo más parecido a la perfección que he visto y vivido nunca.
La vida es imperfección y me gusta la vida.
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