A mí las que me gustan son las mentes que no se achican, las que existen para cambiar el mundo, las que no se conforman. Me gustan las mentes libres que buscan también la libertad del resto, las que encuentran en la adversidad una oportunidad para crecer, para hacerse más fuertes y para demostrarse que nada puede con ellas. Me gustan las mentes claras que esconden dentro cosas que no compartirían con cualquiera.

Ese es el tipo de mentes con las que nunca me cansaría de hacer el amor en el más amplio sentido de la expresión. 
Me gustan las mentes conscientes de lo efímero de la vida, esas mentes que se han dado cuenta de que la vida es demasiado corta como para malgastarla en penar, sufrir o llorar. Pero llorar no es malo. Me gustan las mentes que se apasionan, las mentes vehementes, las mentes con ojos que se aguan, pero que saben seguir mirando al frente a pesar de todo.