Tengo una relación peculiar con las iglesias. La Iglesia me inspira sentimientos claramente antagónicos: por un lado, siento admiración, me parece una maravilla, me provoca deleite estético, placer artístico; por otro, con mucha más fuerza, me inspira sentimientos de rechazo, de repudio, de asco, de aborrecimiento, abominación, desprecio, repulsión, aversión, ojeriza, antipatía, encono, inquina, enemistad, tirria, enojo, manía, desabrimiento, malquerencia, animosidad, repugnancia, asco, disgusto, animadversión, hostilidad, fastidio, hastío, desazón, pena, inquietud, angustia, tedio y hasta grima. Náuseas, náuseas, náuseas.

19-11-2012