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jueves, 31 de mayo de 2012

Sinceramente, sí hay una cosa que echo de menos del Facebook. Sólo hay una cosa que echo de menos...
EL PODER DE DIFUSIÓN que tenía allí.
Es cierto que la mayoría de las veces no servía para nada. Mucha gente leía mis mensajes, mis noticias, mis opiniones, pero la realidad era que muchxs ya estaban de acuerdo conmigo, con lo cual allí mi mensaje no tenía demasiado valor (sí, informativo, lo sé); por otro lado, esa minoría que discrepaba conmigo (digo "minoría" por aquello de que a lxs "amigxs" de Facebook lxs eliges tú y por ese motivo suelen ser más o menos afines a ti) normalmente me ignoraba, con lo cual mi mensaje no calaba. No obstante, había veces que no me ignoraban sino que me atacaban. Es muy fácil que la gente se sienta atacada y contraataque cuando tu única intención es exponer tranquila y pacíficamente unos hechos o una opinión personal que, como tal, es subjetiva, pero que intentas sustentar en unos argumentos lo más lógicos posible. Si no están de acuerdo, atacadxs se sienten. Así es.
Y digo que a pesar de todo esto, a pesar de que unxs ya estaban de acuerdo conmigo y otrxs me ignoraban o incluso me atacaban, me parece que en ocasiones el Facebook puede ser una herramienta útil y positiva. Hay que saber utilizarlo, pero eso pasa con todo en esta vida: mal utilizadas, las cosas pueden ser muy dañinas y perjudiciales, pero si se saben usar, pueden ser interesantes, productivas y divertidas. Ahí están el dulce o las drogas como ejemplos, ¿no?
Supongo que mi mensaje tiene una vuelta de tuerca, pues el Facebook es mucho más que difusión o mucho más que una herramienta que hay que saber utilizar. Nos controla, nos pueden vigilar, cotiza en bolsa y atenta contra la intimidad y la privacidad de millones de personas que alegremente se venden por ver las fotos de la boda de un vecino o una vecina.
Supongo entonces que por eso lo cerré.
Y porque perdía mucho el tiempo, eso también. No está el tiempo como para andar malgastándolo, no.
Lo mismo si algún día este blog tiene el mismo filón que mi perfil de Facebook lo dedico a seguir difundiendo aquello que creo justo. De momento, de vez en cuando hago alguna reflexión inútil y estéril que sólo releo yo cuando vuelvo a publicar otra cosa.
Quizá todo esto tiene que ver con la apatía, la desidia y el desconcierto que me sigue produciendo la esencia humana, dadas las circunstancias...

1 comentario:

janis dijo...

Toc,toc...se puede?
Después de leer esto tenía que publicar al menos un comentario. Yo era de las que leían tus opiniones en el facebook, y las echo de menos ;)
Pero no obstante, entiendo perfectamente a lo que te refieres. Sólo animarte a que si de verdad quieres compartir algo, lo hagas, porque si internet tiene alguna ventaja es la difusión y sobre todo la ausencia de fronteras.
Un beso,
Berta