No querría caer en fetichismos, pues la idolatría o la veneración son a mi parecer grandes errores de la humanidad. Hecha esta aclaración, sí quiero manifestar la emoción que sentí ayer al tener entre mis manos un número de
Mujeres Libres del año 38.
1 comentario:
Dios (o quien sea) bendiga Mujeres Libres.
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