Probablemente no sepas nunca lo que siento y casi seguro nunca conocerás este texto pero necesito escribir...
Poca gente hay en la vida que merezca realmente la pena, por tanto, no iba a ser menos en el caso de las personas convertidas en profesores, pero tú eres esa valiosa excepción que confirma la regla. Siempre tiene que haber una excepción para que la regla exista, si no, vaya aburrimiento de reglas...
La regla es que los profesores te hagan memorizar, no pretendan nada por tu parte y no seas más que un número de expediente al que calificar...Todo es penoso pero lo peor es que no se invite al ser humano a la reflexión, a la divagación, a la opinión personal, fuera de normas, medidas y criterios. Tú no eres así.
He elegido una carrera que debería caracterizarse por la subjetividad derivada de la reflexión individual pero muchos prefieren que la Historia del Arte consista en memorizar, sin pensar. ¿Suena duro? es verdad.
Categorizar; esquematizar; dar nombre a todo; organizar; establecer criterios insalvables; instaurar normas, reglas y preceptos...día a día, semana a semana, mes a mes, año a año...
Pero tú no; tú has decidido hacernos pensar, invitarnos a ser nosotras mismas y mirar con nuestros ojos las obras (artísticas en lo que a artes plásticas se refiere y literarias en cuanto a las fuentes para el estudio de la Historia del Arte atañe); decir qué creemos, cómo lo creemos y por qué lo creemos. Pensar, recapacitar, especular, cavilar, replantearnos ideas archisabidas y nunca discutidas...
Además, no sólo me gustas por eso; lo que más me gusta de tí (lógica prolongación de tu forma de ser, esperar de nosotras lo que esperas) es tu capacidad para tirar los mitos por tierra, acabar con los héroes (sí, casi siempre héroes, pocas heroínas) y para pensar e invitar a pensar que las cosas no sólo no tienen que ser como nos las han contado sino que probablemente no sean así. Seguramente, muchas de nosotras habíamos pensado antes que las etapas de la pintura romana eran algo complicadas de entender...¿cómo mierdas pretende alguien que existan las etapas con fecha de comienzo y fin con semejante exactitud? Siempre me ha hecho gracia imaginar que la Edad Moderna comienza justo en el momento en que Colón pisa América (ay...)
Es necesario ser provocativo, atentar contra las ideas preconcebidas (seguramente fueron concebidas por alguien pero con el tiempo se han convertido en ideas preconcebidas, ideas que se dan por sabidas antes de comenzar e ideas que nadie puede discutir...)
Es necesario pretender acabar con el dogmatismo, la superstición y el doctrinarismo...
Gracias.